mutatis mutandis
1999 – 2001

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Esmerada, analítica y ambiciosa, la serie mutatis mutandis entreteje distintas hebras de la producción anterior de Jusidman en un nuevo corpus de obra que busca enfatizar los cimientos conceptuales de su proyecto global. Aquí, Jusidman ha fabricado una máquina para mirar, un ambiente controlado para el examen de modelos cargados y ambiguos. Este enfoque de la creación artística puede ser duchampiano en cuanto la atención se presta a cómo vemos, a las condiciones de lo visual. En lo que discrepa de Duchamp es en que lo que vemos no termina siendo sumariamente minimizado, ya sea por la arbitrariedad en la elección del tema o por un desmerecido peso metafórico sostenido por la yuxtaposición poética. Más bien al contrario: mutatis mutandis es un argumento visual expansivo y formulado con precisión. Es limpio e incisivo, y aun así concede el espacio suficiente para el placer estético y el empleo de la imaginación.
—Richard Kalina, Construyendo lo observado, 2001

El incesante torbellino de imágenes desparramado por los medios masivos envuelve nuestras vidas en la distracción y la fantasía, o bien, como reacción, en el desencanto y el escepticismo. La pintura no es una propuesta de tipo “todo o nada”; siempre se ha desenvuelto donde la fantasía y el escepticismo se mantienen uno a la medida del otro. El efecto de las pinturas en mutatis mutandis recae en asuntos de presencia y ausencia, en las armonías y las disonancias que se dan entre una pintura y su referenrte, donde la entidad referida puede estar compuesta de carne o de pigmento. He manipulado elementos objetuales y tecnológicos con el propósito de llamar la atención hacia el efecto de la pintura al presentar lo táctil contra lo visual, lo literal contra lo metafórico, lo fenoménico contra lo discursivo. En estas obras intento re-articular la mirada perenne e inquisitiva de la pintura, tanto con pigmento como sin él.
—Yishai Jusidman